“Hacé de cuenta que estuve navegando
es casi lo mismo, sólo cambia el paisaje:
abajo el mar que nunca se ve, arriba el cielo – el cielo raso-
y tu foto en la pared…”
De regreso Mirta Juan Carlos Baglietto
Hicieron marchas en Colonia, en Pichanal, por los últimos crímenes de chicos jovencitos, reclamando por lo que se resume como inseguridad.
En Orán una protesta con sentada en la puerta de tribunales clama por la libertad de presos acusados de robos calificados con los expedientes atortugados por la pandemia. Para darle un marco espectacular al juicio majestuoso de los sicarios los Jueces piden la casa del bicentenario.
La Policía se ocupa del covid. Los enfermos van presos. Inmersos en ese océano de tensiones el pasado Martes 16 de Junio un hombre era baleado en la calle a las once y tantas de la mañana. Se trataba del bagayero José Raúl “Teté” Gutierrez (35) de barrio Mitre, viudo, hacedor del deportivo la Ñata de fútbol, alcanzado por un proyectil de alto calibre en la zona lumbar estando sentado en la vereda junto a su tía y a su madre por la Belisario Roldán frente a Madereros y al monasterio.
Las mujeres fueron testigos presenciales del ataque perpetrado por un vecino muy conocido en el mundo del hampa el Juanilo Juan Carlos Villaján (35) liberado con condicional en Octubre del año pasado que cumple una condena por robo calificado de ocho años de prisión. Venía detenido del 2013. Iba en una moto con una pistola negra en la mano y con su amigo tumbero el cordobés Marcelo Andrés Correa (39) también con libertad anticipada cumpliendo doce años sentenciado por la Cámara del crimen en Marzo del 2013 culpable de tres robos con arma de Julio del 2011. Dos nenes.
Según testimonio de una hermana travesti de Villaján que publicó en las redes con el eufemismo prototípico de “se mandó una macana” fue por un problema de cuernos durante su temporada carcelaria. Son todos vecinos del playón interno de la manzana de San La Muerte. Los agresores desaparecieron. Pesa sobre ellos una acusación de tentativa de homicidio calificado más una orden de captura.
La salud de Gutierrez todavía pende de un hilo. Está en terapia intensiva luego de una intervención quirúrgica con un diagnóstico del cirujano Gustavo Mantovani de “paciente con herida de arma de fuego en región lumbar shock hipovolémico grave con perforación de intestino y lesión de cuerpos vertebrales en estado grave…”.