“Juan reaparecía entero o casi entero en medio de toda aquella miseria…”
Muerte de un hermano    Haroldo Conti
Ha perdido el ochenta por ciento de la sangre del cuerpo. Tiene una herida profunda de cuchillo en el muslo de la pierna derecha. Madruga el 12 de Octubre del 2018. Su vida anochece. Pedro Enzo Nicolás Menhini Rodriguez (36), un salteño apasionado por el fútbol, está en el hospital de Orán.

Ha venido a vender seguros de vida. Entra en paro y lo resucitan. Va a la terapia en shock hipovolémico. Acaban de asaltarlo dos motochorros a la vuelta del Huerto. Se han llevado su celular. Derivado a Salta con pronóstico impredecible le amputan la pierna para salvarlo.

Dos años y ciento cuarenta y dos días después, el pasado Jueves 4 de Marzo, entra al recinto de la Sala II de Juicio de Orán para declarar en el debate contra sus atacantes, ambos confesos. No puede decir nada del hecho, se le ha borrado de la memoria, se acuerda de una luz y detalles inconexos. Está en tratamiento psiquiátrico, usa una pierna ortopédica.
Alguien, conmovido, sentencia que lo que Ivan Gabriel Sueldo de 23 años y Cristian Elías Carballo, de la misma edad, le han provocado, es peor que la muerte.

Asombra que sean de familias acomodadas. El primero hijo de un gendarme, estudiante de criminalística en una universidad privada, del barrio 20 de Febrero, el segundo hijo de un comerciante con local en Yrigoyen, los dos con hijos, los dos fumancheros y pastilleros. Como buenos yonquis se agarran de eso para explicar sus conductas criminales.

El cargo es homicidio en grado de tentativa. Contrataron defensa particular. La abogada Lucinda Segovia para Sueldo y Diego Del Castaño junto a Luis María Quiroga para Carballo. El Juez Raúl Lopez podría dictar el fallo Lunes o Martes.