“Yo fui sintiendo por ella una amistad equivocada…”
La casa inundada Felisberto Hernández
Un chico de 25 años con un notable retraso madurativo llegó a juicio por tentativa de violación contra una chiquita de 11. Eran vecinos en barrio Caballito. Un día de noviembre del año pasado cuando la madre de la victima la dejó sola su amiguito (mucho mayor pero que jugaba con chicos de su edad) se metió en su pieza y de sentirse risas se escucharon llantos.
Jugando el chico discapacitado había cedido a sus deseos pulsionales toqueteándola sobre la ropa. La señora de la casa de al lado intervino. Lo quiso correr pero él se ovilló seguramente confundido y avergonzado. En la Justicia lo peritaron consciente de sus actos e imputable. Lo defendió el abogado Ariel Ovejero.
Consideró lo absolvieran teniendo en cuenta su patología. La acusación bajó los cargos a abuso sexual simple y pidió dos años y medio de cárcel efectiva. El Juez Aldo Primucci falló un año en suspenso y ordenó su inmediata libertad. La mamá, que estuvo en todas las audiencias, lo llevó.