“La pistola exige un ejercicio diario. Lo sé por experiencia…”
El disparo     Alexander Pushkin
Un tipo corre por la sargento Cabral entrando desde la Constituyentes al barrio san Antonio. Lo persiguen unos policías que han ido a verificar la junta de piperos hincha pelotas de la esquina. Corre noviembre del 2022. El perseguido es el “Cacho” Juan Mario Velazquez (47) marcado como vendedor de droga desde que el hermano mató en una pelea de tranzas y adictos del Taranto al Petro Alvarez (17) en el 2015. Lo ven tirar una pistola dentro de una casa. Una Jaguar 22. Y para detenerlo tienen que usar la fuerza.

Estando preso, a los dos meses, allanan su casa y hallan 23,7 gramos de cocaína.

Queda para juicio por vender droga, tener un arma de fuego de uso civil y resistirse a la autoridad. Se realiza estos días en la Sala II. Lo defiende el abogado Ariel Ovejero. Contra la pretensión fiscal de dejarlo seis años en la cárcel opone que ya no vivía en la casa allanada y, además, estaba preso. Del tema droga lo absuelven por la duda.

Por el arma le imponen dos años de prisión en suspenso con orden de libertad. Éste miércoles.

Velazquez tiene hecha la fama. Hasta ahora no tenía ninguna condena penal. En el homicidio del Petro estuvo preso y salió inocente.