El Angosto del Paraní es una comunidad Kolla de los cerros signada por el aislamiento estival. Los sesenta kilómetros que los separan de Orán son una odisea de ríos convertidos por las lluvias en torrentes oceánicos que tenés que ser Tarzán, Hércules o el Dios Poseidón, para atravesarlos.
Mitos más cercanos muestran el miedo ancestral a las crecientes. Los Cipayas del altiplano para aplacar la furia de las aguas del Yauca le ofrendaban el sacrificio de tres animales. Pobres bichos, pero era su forma de enfrentar un drama que, con el tiempo, no ha mejorado.
Hoy la gente se las ingenia con cables carriles precarios, con tractores anfibios de los que apenas queda fuera del agua el tubo aéreo del caño de escape echando humo que de lejos parece el periscopio de un submarino y que te mareás ni que estuvieras en un barco en medio de un tsunami y si encontrás un vado rezale a tu virgencita que no te lleve puesto una oleada imprevista de mar con piedras enormes pulimentadas por la erosión, el roce entre ellas dando vueltas en el lecho y los lambetazos de las bajantes desde la era de las glaciaciones.
Los que no tienen apuro esperan. Los kollas son una cultura muy paciente.
“Ya sabía lo que tenía que decirle a Jeanie; que no se acercara a ese hombre, porque si lo hacía algo le iba a pasar. No sabía qué, pero algo malo era…”
Si muriera antes de despertar William Irish
Una urgencia derivada de un hecho criminal ocurrido el Sábado 22 de Diciembre y denunciado el Lunes hizo que los Policías de Los Naranjos y los de Isla de Cañas se jugaran la vida trasladando a la victima de una violación, primero, y al supuesto autor, hoy Jueves 27.
Fue a la salida de una fiesta en el Angosto que una niña de 14 años iba acompañada por un chico que conocía (con el que, quizá, tenía una relación) que pasando en un segundo crítico de amigo a enemigo la metió al monte y la violó. Contó que otros dos aparecieron, no se sabe si llamados por su forzador o solos, que la siguieron abusando. El examen médico confirmó lesiones íntimas que validan su historia.
Fue detenido Germán Palacios (20), el primero de la orgía y su conocido, siendo que los otros aún no fueron individualizados suponemos que por la oscuridad y la obnubilación etílica ya que en la pequeña comarca los vecinos se ven las caras todos los días. Sospechado de abuso sexual con acceso carnal agravado pasó por Garantías 2 y luego fue conducido a prestar declaración en la Fiscalía de violencia contra la mujer.