“-Entonces, ¿no hay nada que yo pueda hacer?- dije con voz turbada. Y a continuación, sin evitar que se me torciera el gesto pregunté-: ¿Es que no se puede hacer otra cosa que permanecer aquí inmóviles mirando lo que sucede?…”
La ley del Talión Yasutaka Tsutsui
Luego de dos jornadas y media, desde la madrugada del domingo hasta ayer a las dos treinta de la tarde, se realizó la autopsia de Enrique Pipireta Sanchez (17) asesinado en el pasaje San La Muerte. Esperaban de acuerdo a protocolo el resultado del hisopado por Covid que dió negativo.
El trabajo estuvo a cargo del medico de tribunales (ex médico policial) Manuel Guerrero en la morgue judicial.
Guerrero estableció causa de muerte un shock hipovolémico provocado por una lesión de arma blanca en el hombro derecho que afectó la arteria subclavia y perforó el pulmón. La herida fue provocada con un cuchillo de un filo, grande (suponen un tramontina de cocina).
El cuerpo no tenía otras lesiones, incluidas de defensa en manos o brazos, como si no se lo hubiera esperado. Las armas secuestradas en el teatro de los hechos, dos sierrita chicos, no se corresponden con la utilizada contra Sanchez.
La pericia deberá contrastarse con los testimonios y los rastros indiciales tomados por criminalistica. Por el hecho está imputado el Bamban Juan Dario Barrios (19).