“Luego se dejó resbalar en el sueño, sobre el cochal, sintiendo cómo se le iba entumeciendo el cuerpo…”
La noche que lo dejaron solo Juan Rulfo
En la Colonia las denuncias contra delincuentes y policías vienen repartidas. Quién va a negar el espanto en ciertos sectores infectados de marginación droga y aburrimiento. Por otro lado abundan los reclamos de rigores ilegales y corrupción en las fuerzas encargadas de la seguridad.
Si no te agarra un adicto con síndrome de abstinencia que lo único que tiene para procurarse pichicata o alcohol es un cuchillo, te engancha un cana y te muele a palos en la Comisaría. Según la madre de un chango de 29 años del Palmeras, barrio peligroso si los hay, el Sábado pasado lo levantaron por no tener barbijo en los asentamientos Sagrado Corazón y estuvo desde las doce y media hasta las seis de la mañana en la 23.
Asegura que le pegaron mostrando como prueba las fotos de sus ojos en compota. No tiene sentido que le peguen por no tener barbijo. Si es cierto es grave. Así no se combate la inseguridad más bien se incentiva.