“A la poli no le gusta que uno toque las evidencias. Lo sé…”
Cuco Stephen King
El Domingo a las tres de la tarde fue derivado del hospital de Colonia al de Orán con un diagnóstico oscuro. Juan Corbacho, un chango de 21 años del centro, había recibido una “herida cortante en región del tórax posible perforación del pulmón”. Propinada, según se supo, por un menor de 17 años de barrio parque Los Pinos, en una casa de los asentamientos Sagrado Corazón extendidos desde el ingreso del pueblo.
Era lo de las hermanas Gimenez, con caídas recurrentes por venta de droga, una de ellas cumpliendo prisión domiciliaria en el lugar. En medio del chupidrogui los changos se desconocieron.
Las dueñas de casa no dejaron entrar a la Policía hasta limpiar y arreglar todo lo que les valió una causa de encubrimiento calificado. Con el deceso de la victima la carátula inicial de lesiones con arma blanca pasó a homicidio simple. Interviene el juzgado de menores de Fabián Fayos.