“Si alguien se da cuenta, derechito al loquero…”
Bajar es lo peor      Mariana Enriquez
El lunes a media tarde un procedimiento rutinario de gendarmería dentro de un San Antonio en la terminal de Aguas Blancas redundaría en un secuestro importante de cannabis.

La picadura compactada en once ladrillos pesó dieciséis kilos trescientos sesenta y cinco gramos.

Iba acondicionada en el carro de transporte en el que dos colombianos llevaban sendas engrasadoras manuales, habían dicho, “para un trabajo”. Resultó sospechoso para los gendarmes que las máquinas estuvieran vacías y limpias y el carro demasiado pesado. Pasado por el scanner de aduana se recortaron en el interior unas figuras rectangulares harto conocidas.

Jordi Alfonso Peña Arzuaga (31) y Anderson David Rojo Rodriguez (29) cambiaron su status de falsos engrasadores extranjeros al de traficantes detenidos. No se les incautó la poca plata que tenían y pudieron llamar a sus familias para dar cuenta de su infortunio. Fueron alojados en el escuadrón 20 a disposición de la Justicia Federal.