“Él seguía allí parado sin saber muy bien qué hacer…”
Piloto suicida Julio Llamazares
El tráfico de droga es uno de los deportes con más adeptos en nuestra región. Compite con el fútbol. Varios llegan a Messis o Maradonas en tanto otros terminan jugando picados en los patios de ranchada de las cárceles. Las grandes estrellas ganan millones y son intocables mientras la perejilada de potrero sueña con sus tronos. Con una carguita soy Pelé.
El pasado domingo 26 un control de gendarmería en el kilómetro 17 de la ruta 50 cerca de Pichanal paraba un San Antonio. Inspeccionado notaba debajo de los asientos seis y siete y diez y once sendos paquetuchos rectangulares apretados con cinta embalar de te apuesto cien a uno que es cocaína.
Dos mil treinta y dos gramos para más datos. Por supuesto nadie del pasaje se hizo cargo. Se ordenó tomarle testimonio al chofer de 29 años y confeccionar una lista general. Alguien estuvo a punto de meter dos pepas. Los de verde no lo dejaron.