“No le pregunto nada; cuénteme usted lo que quiera…”
Su ausencia    Horacio Quiroga
Un alertante anónimo, batilana o buchón en la jerga tumbera, puso en aviso al DICON de la Policía de un viaje de droga trayecto Orán Pichanal en un remis Aveo blanco. Susurraba de cotelete que el narco era un boliviano al que describía con la ropa que llevaba puesta y todo. Consignaba fecha probable entre el 29 y 30 de diciembre.

Con la venia del Juzgado Federal de Tartagal montaban un operativo en la ruta 50 kilómetro 18 seguros que la voz del teléfono no hablaba cagadas. Pasadas las tres de la tarde del 30 asomó el remis blanco. El chofer era un hombre de 52 años de la Colonia. Detrás trasladaba a dos personas apretando una mochila entre el uno y el otro.

Los de narcocriminalidad estaban preparados con la perra antinarcóticos “Gringa” que se puso a rasguñar la mochila desesperada. Adentro dos típicos ladrillos con cinta de embalar ponían contra la pared al dúo del asiento trasero. Eran el Boliviano Edzon Heibertt Bamba Yapu (29) con domicilio en el barrio azucarero de Bermejo y un viejo conocido local el “Chaqueño” César Augusto Vallejos (39) ex convicto, fumigador, que vive en Pichanal.

El chaqueño fue absuelto por la duda el año pasado luego de una temporada en la cárcel por los asaltos a un Ingeniero Oranense y a un empresario de Embarcación, ciudad de la que es oriundo. La prueba de Scott para alcaloides estableció que el contenido de los paquetes no era harina de panadería sino cocaína de importación pesando algo más de dos kilos.

El color azul brillante del testeo delataba su calidad distinta al azul pálido de la pasta base. En el sumario 13/2020 el extranjero y el nacional quedaron incomunicados por transporte de estupefacientes. En la audiencia de imputación el primero se declaró inocente, el segundo se abstuvo de declarar.