“Cometiste un crimen casi perfecto y lo arruinaste con un paso en falso. Aprovechando tu experiencia, yo haré lo mismo…y, si evito tu equivocación, será perfecto…”
Copia del original Hylton Cleaver
A los asesinos los obsesiona el crimen perfecto. Entendido PERFECTO no en un sentido artístico, de confección, sino en relación a su propia impunidad. No quieren ganar un premio, ni dar una conferencia, no quieren hacerse virales en el Face, QUIEREN QUE NO LOS AGARRE LA CANA. Una estratagema interesante es maquillar una muerte provocada como una accidental. Es distinto que te ahogues a que te ahoguen, sin embargo el resultado es el mismo. Se te inundan las vías respiratorias y te morís. Te arruina si alguien te ha visto sostener la cabeza de la victima dentro del agua, o, que, por el apretamiento le queden lesiones. Inconvenientes fáciles de resolver para un asesino perfecto. Te emborracha o te pone un sedante potente en la bebida y luego te empuja al río.
El Viernes 9 de Noviembre la muerte de un adolescente wichí de la Misión Carboncito pasaba desapercibida. La Policía de Rivadavia banda sur recataba el cuerpo de Remigio “Renato” Javier de 19 años del Bermejo alertado por un pescador que había visto una mano desesperada emerger del cauce y escuchado unos gritos igualmente desesperados. Los de la Fluvial vieron ropas en la otra orilla y a tres kilómetros del puente La Paloma lo hallaron enganchado en unas ramas. Fue traído para autopsia en Orán el Lunes junto a Manuela Garcia (29) asesinada por su cuñado el Domingo en la Unión.
El Lunes el forense Darwin Paredes estableció en una autopsia a cielo abierto al costado de la morgue judicial del cementerio causa de muerte para Javier “asfixia por sumersión”. Los testimonios tomados en nuestra jurisdicción hablaban que muy machado se largó al agua. Se tomó intervención porque el cadáver encalló en la banda sur.
En Carboncito y la Misión Chaqueña su familia está convencida que se trató de un crimen. Que a Remigio unos changos de Rivadavia banda sur lo macharon y lo tiraron al agua. Dicen que tienen testigos, única forma de modificar una muerte por ahogamiento. Hablan de unos golpes en la nuca. El estado del cadáver por el tiempo transcurrido desde la muerte no daba para precisiones.
A favor de la hipótesis familiar juega la genealogía de pescadores natos y de excelentes buceadores en el agua barrosa de la etnia, que vimos actuar hace unos años buscando un ahogado en el puente Elordi. Uno se aterraba que no iban a salir más y ahí aparecían las cabecitas para tomar aire y volver a sumergirse. Por interminables minutos. Eran peces de fondo. ¿Ahogado?. Es raro.