“Acaso hubiera una ventaja en esa vida desocupada…”
El amigo del agua Adolfo Bioy Casares
Todo lo que sea posible ser robado es robado. El juego de palabras es en Orán, literal. Legiones de zombies avanzan en la noche sedientos de droga a la búsqueda del objeto mediante el cual puedan adquirirla. Un cartel viejo, una rueda de bicicleta, un celular o diez millones de dólares, lo mismo da.
Unas ventanas de madera dentro de una trafic estacionada en las 266 viviendas tentó a unos changos quienes cerca de las dos de la mañana se las apropiaron. Sin contar que a esa hora iban a resultar harto sospechosos trajinandolas por la calle. Pinta de obreros de la construcción no tenían.
Un móvil de la 25 los levantó con las seis hojas cargadas en los hombros. Eran Dario Orlando Vaca (24) junto a un menor de 15. Su participación agrava el robo para el mayor. Les queda, por el momento, el ventanuco de una celda.