“Y así sería siempre mientras él estuviera vivo…”

Talpa     Juan Rulfo

En alguna de las muchas oleadas migratorias de la vieja Rusia los Starkieviez llegaron al país. En Embarcación Carlos Alejandro metido en el negocio del cine llegó a tener tres salas. Cuando las pantallas chicas se devoraron a las grandes vendió todo y compró una finca de 380 hectáreas a 15 kilómetros de Pichanal en Las Varas. Producía zapallo en distintas variedades.

La gente de la zona, sus linderos, por alguna razón que su familia no sabe explicar le decían el Simbudo.

Una mañana recorriendo la finca encontró dentro a sus vecinos, criadores de vacas, caballos y cerdos, con los que venía teniendo problemas por los animales que se metían a comer en sus plantaciones. Fue el 14 de Julio del 2023.

Recibió un tiro de nueve milímetros en la cabeza y murió en Salta cuarenta y dos días después. Acusados de homicidio agravado detuvieron al “Cepillo” Fernando David Romero (29) del barrio 9 de Julio de Pichanal y a su primo el “Toño” César Antonio Molina (22) chaqueño del Algarrobal.

El Juicio contra ambos comenzó esta semana y se escucharán los alegatos y la sentencia el Jueves de la próxima.

No está en discusión la autoría de los disparos de 9 mm uno de los cuales acabó con la vida del productor. El tal “Cepillo” los asumió. Con la salvedad que fueron respuesta a los tiros que la víctima les hizo desde su camioneta.  Es decir en defensa propia. Esa es la carta que su defensor el abogado Julio Villalba jugará como atenuante o eximente.

El querellante de los Starkieviez Diego Bruno y la fiscal suponemos mantendrán el homicidio con arma de fuego.

En el escenario de sangre se secuestraron cuatro vainas de 9 mm cerca de la moto de los intrusos y tres calibre 22 a unos quince metros donde el vehículo del dueño. La mujer, que iba con él, dijo que no llevaban armas, que bajó el vidrio para reclamarles qué hacían allí, y lo balearon.

Don Carlos tenía 71 años.