“En aquellos tiempos, el género humano parecía estar a punto de extinguirse…”
LA MUERTE DE ODJIGH    Marcel Schwob
Estamos confundidos. Desaprendiendo y aprendiendo a un tiempo. Asediados por ejércitos moleculares imprevisibles que mientras los científicos discuten si son seres vivos a nosotros nos abarrotan de muertos.

En los fondos montunos del barrio Municipal de Colonia Santa Rosa se consumó un hecho de sangre para los festejos de la Pachamama. Dos concurrentes machados se pelearon por el uso del baño (ambos tenían cuchillo según el informe policial) y uno recibió una estocada en el glúteo. Era el Josué Julian Gareca de 25 años, papá de una nena e hijo de una dirigente política.

Después de un periplo que incluyó el Elias Anna y el San Vicente de Paul murió en Orán el 20 de Agosto. En el certificado de defunción anotaron que por Covid 19. La herida se le había infectado, tuvieron que operarlo con una perforación de intestino y en una de las internaciones le descubrieron el contagio.

La familia denunció por abandono de persona a los hospitales y de asesino al autor de la estocada Marcelo Leonel Silva (43). Es un leñador tartagalense que ya cumplió una condena de 8 años por el homicidio de Miguel Armando Coca (22) acuchillado en el Manero en Marzo del 2004. La mujer de Silva dijo que estaba cazando en el monte cuando lo fueron a buscar.

A la vuelta quedó detenido en el expediente 63068/20 acusado de lesiones graves (no podían acusarlo de la muerte si la causa certificada había sido el coronavirus).

El 25 de Septiembre a pedido de su abogado defensor Fabricio Torres recuperó la libertad con obligación de presentarse semanalmente en la Fiscalía, a todas las citaciones del Juzgado, prohibición de salir de la ciudad, del país y notificar cambios de domicilio a más de no realizar actos que obstaculicen el descubrimiento de la verdad. Los familiares de Gareca dicen que nunca les mostraron el test que dio positivo.