“Vimos aparecer dos patrulleros, que se estacionaron en silencio junto a la casa…”
Crímenes imperceptibles Guillermo Martínez
Hoy al mediodía se produjo la detención de Cristian “Coya” Aban, un chango de 20 años, por orden judicial. El GAP de homicidios fue el encargado de cumplir el oficio. Se trata del conductor de la camioneta que la madrugada del 25 de Diciembre en la última navidad protagonizó un aparente accidente de tránsito chocando con su camioneta la moto donde viajaban Gastón “Bebe” Campos (19) con su primo de 17 años.
Campos terminó debajo de un auto en la bocacalle de Lopez y Planes y Rivadavia y murió tres semanas después.
En la investigación confrontaron dos hipótesis del hecho. Para la familia de la victima no se trataba de un desgraciado accidente sino de un crimen pavoroso producto de una enemistad entre los protagonistas. Aban había atropellado a propósito la moto.
La versión de éste decía que Campos era un motochorro que había querido asaltarlo en el semáforo cien metros antes. Pasaron doscientos quince días. La balanza parece haberse inclinado hacia el homicidio con dolo.
