“Y salí pisando la sombra por el camino seco y solo. Me parece que iba llorando…”
La venganza Manuel Mejía Vallejo
Lo primero que da es mucha bronca. No tenemos por qué no creerle a Agustín Montes (44) un wichí de Misión Salim pegada a Padre Lozano debido a que tiene las probanzas en su cuerpo. Hace 22 días que está internado sin posibilidades aún de caminar. Lleva anotados escrupulosamente en un cuaderno cada jornada vivida desde el 23 de Noviembre que volviendo de trabajar en Embarcación haciendo un ranchito para la Policía infantil lo agarró en plena oscuridad un tipo con un garrote, al que, rememora, se unieron otros con varillas hasta dejarlo morado y destartalado que el 24 lo llevaron al San Roque y al día siguiente, aquí, al San Vicente.
Agustín es soltero, no tiene hijos, vive con su mamá que lo cuida en la pieza de traumatología sentadita, mirándolo. ¿Qué pasó que te esperaron para garrotearte como para dejarte muerto? preguntamos. Dice que todo viene de su relación con un “boliviano” de nombre José Alegado que distribuye en la Misión con precios que Agustín le ha reclamado. Es más siendo de una comunidad tan mansa le ha dicho que por qué les pagaba tan poco por la construcción de un pozo ciego.
Su actitud revolucionaria enfureció al comerciante que parece quiso que la apaleada sirviera de ejemplo para toda la comunidad. Que metiera miedo. No hay detenidos. El hermano va a poner la denuncia.