“El periodista que estaba agarrado al micrófono empezó a vociferar salpicando saliva…”
La ley del Talión Yasutaka Tsutsui
Las chiquitas que van pidiendo de camión a camión en el Cruce de Pichanal son un símbolo doliente de la pobreza norteña.

Criaturas indigentes e indígenas trasnochadas en busca de pan sometidas a los peligros de la calle. Al riesgo de ser abusadas, explotadas o muertas. Cada tanto la Policía convoca a sus padres abandónicos en general con poco éxito. Anoche unas denunciaron que un camionero las tocó y lo metieron preso por abuso sexual simple.

Detrás de escena hay quienes dicen que no les quiso dar plata. Para sobrevivir varias niñas han aprendido de oído los vicios de las trabajadoras sexuales del sector. Con riesgo, también, para otros.
Hugo Perrotti es de Chacabuco en la provincia de Buenos Aires, chofer de la empresa Miglioranza que transporta mercadería para Desarrollo social de la nación.

Tiene un testeo negativo para coronavirus pero siendo del sur y con la mala experiencia de contagios vía transportistas, sumada la paranoia y el miedo de la pandemia, es sospechoso. En tribunales se tomaron todas las medidas de prevención por las dudas. Declaró esta mañana por el supuesto abuso. No sabemos lo que dijo. Pedían se mantenga el distanciamiento social con el hombre.