De la edición 382 de Abril del 2015 en la onda noticiosa de las violaciones masivas en las cárceles.
La relajación química siempre es mejor que el típico ataque Tupac Amaru. Ahora bien los guardias qué pito tocan:
no saben lo que está pasando, miran para otro lado o…participan.
AHORA TE DORAN LA PÍLDORA TE PONEN PÍLDORAS EN LA BEBIDA
Y CUANDO ESTÁS BOLEADO TE SACUDEN COMO COLCHA VIEJA
¡¡IGUAL QUE ANTES!!
Es fama que los violadores que entran en la cárcel son violados por los presos viejos. Los motivos esgrimidos son hacerle pagar al degenerado con su misma moneda. Un runflero “decíme que se siente” o el tradicional ojo por ojo. No parece una ética sino una excusa sacarse la leche del encierro. Fijesé que el que viola a un violador por lo que ha hecho se convierte él mismo en violador y debería, entonces, ser violado, una rueda justiciera de nunca acabar que solo se resuelve con el absurdo que uno se viole a si mismo. Se trata de brutalidades de alienados, de seres sometidos a la presión de no disponer de su vida sino para ir perpetuamente de la cama al living diría Charly Garcia si es que hubiera livings en los Penales en vez de lúgubres patios de recreación.
Los cuentos de presidio indicaban que la violación del violador recién ingresado era a la fuerza. Te cagaban a trompadas, entre dos o tres te sostenían culo para arriba, y te penetraban sin lubricación para que te doliera más. La capacidad peneal de un preso que ha pasado años sin mujer es la de un taladro. Se trataba de homosexuales muy machos.
En estos tiempos las cosas han cambiado.
Es un trato de caballeros desconcertante para la victima que ha llegado a la cárcel por violar a una niña y ya sabe la que le espera. ¿Cómo estás?. ¿Cómo te sentís?. ¿Necesitás algo? lo confunden. Que buena gente, piensa. Pronto le ponen una mano en el hombro para que se sienta protegido. No es como dicen afuera, sigue pensando. ¿Querés picadillo o tomar algo? es el cariñoso paso siguiente. Qué educados, vuelve a pensar el novato. Seguro que lo tuyo no es verdad, acá los que estamos somos todos inocentes lo miman. Si, es una venganza de la hija de puta de mi ex mujer, contesta. ¡Qué comprensivos! cavila. ¿No querés una gaseosita? lo invitan con un gesto tierno equiparable al del príncipe de Gales con súbdito fiel o al de un político en campaña con los niños pobres. Sería un “inmenso placer” que aceptaras, insisten.
” Después me dijo que los sentimientos son un defect0 y me miraba…”
Cuentos crueles Abelardo Castillo
El tipo, relajado, toma el brebaje. ¡Qué rico! agradece. Luego de dos vasos se siente un poquito mareado, con sueño, todo se vuelve nuboso, siente que las fuerzas lo abandonan, que se le está apagando el mundo, ve una figuras desenfocadas con los pantalones bajados y oye groserías respecto al tamaño de los pitos el más pequeño del grosor de un caño de cloaca. Antes que se le cierren los ojos escucha “metele primero vos ya está chala”. Las pastillas que le han mezclado en la gaseosita han hecho efecto. Es un lechoncito en bandeja con la manzana en la boca.
El despertar te lo regalo. Sentís que han hecho de tu trasero una línea de subterráneos. Con varias máquinas trepanadoras. Con todo los compañeros no pierden los buenos modales. “¿Te querés sentar mi amor?!!” te ofrecen corriéndose un poco en la banca de cemento de la celda. “No gracias, no puedo” contestás vos gruñendo por dentro.