
“Se cerró en sí misma dura como un abanico…”
Lazos de familia Clarice Lispector
Los Armella en su casa frente a la escuela Illia de Caballito tenían un verdadero bunker de droga.
El padre, José Cástulo, era el hombre público que salía por la radios y declamaba desde púlpitos políticos la necesidad de combatir el flagelo denunciando a los vendedores. Un engaña pichanga destinado a darse impunidad. ÉL ERA EL JEFE DE UN CLAN FAMILIAR DE TRANZAS.
Terminó condenado a siete años y medio por comercializar estupefacientes. Igual condenaron a sus hijos Jeder una vez y al Jeta dos veces.
Quedaba su hija Maite Marta Magdalena Armella (38) a quien allanada el 12 de Junio del año pasado le hallaron en la misma casa de siempre en Sarapura y Chaco dos terrones de paco, tres bochas de marihuana, dos balanzas grameras, un tetrabrick con restos de sustancia granulada (pasta base) y un revólver 22 marca Dallas cargado con seis balas.
Mintió que la droga era de un concubino pero hoy aceptó sus culpas mediante un juicio abreviado que la va a dejar encerrada cuatro años y dos meses. Cecilia Barba fue su abogada defensora. Maite era la única integrante del clan sin condena. ERA.
