“-Oí los tiros -dijo Renato. Chino Pérez no contestó…”

Los nutrieros      Rodolfo Walsh

Unos diez calificados funcionarios entre las fiscales del GAP, el Juez Oyarzú, los abogados defensores Mabel Castillo, Santiago Savoy y Cristian Poma de Metán más la gente especializada del CIF chapaleaban en el barro espeso a tres kilómetros de la ruta 34 en el primer mojón pasando Colonia Santa Rosa la madrugada del Martes.

No paró de llover entre la una y media y las siete tiempo de la reconstrucción del narcocrimen de los dos changos bolivianos encontrados en el lugar en mayo.

Los guías eran los cazadores de liebres que escucharon los tiros y vieron las balizas prende y apaga de un vehículo indefinido. A unos mil quinientos metros monte adentro dos disparos de fogueo de una pistola 9mm y una 38 fueron perfectamente audibles.

Los tres imputados, el procurador tucumano y su amigo más un oranense aseguran ser inocentes.

Falta un peritaje de parte sobre la hora de las muertes, hay en las filmaciones en la zona un Gol Trend negro que no se sabe qué pitos toca y un supuesto transportador de droga con nombre y apellido que pudo cargarse unas deudas. Es una hipótesis alternativa al caso que tiene la fiscalía.

El trámite fue muy accidentado. Tuvieron que remangarse los pantalones y varios salieron con corbata pata pila barro hasta la coronilla como emergiendo de un pantano.