“Vi, por la expresión de su cara, que estaba verdaderamente alarmado, como si supiera algo que no lo dejaba pensar sino en una sola dirección…”
Crímenes imperceptibles Guillermo Martínez
Desde el Martes 16 de Junio hasta las tres horas de este primer día de Julio el “Juanilo” Juan Carlos Villaján (35) estuvo prófugo de la ley tras balear al José “Teté” Gutierrez (35) con una nueve milímetros.
Había jurado matarlo acusándolo de haber andado con la mujer mientras él estuvo preso seis de los ocho años a los que fue condenado por el robo con arma y en banda perpetrado en Noviembre del 2013 en la casa de una arquitecta de la calle Mendoza. También estuvo prófugo aquella vez hasta el once de Diciembre que lo pescaron aguantándose en el cuarto de un lavadero de pasaje Siria. Salió en Octubre del año pasado.
La mañana que trató de matar andaba en una moto con su amigo, otro asaltante convicto, el cordobés Marcelo Correa (39), y al ver sentado a su victima se bajó mano armada para ejecutarlo y fue que en un acto instintivo Gutierrez se dio vuelta y el balazo le dió en la espalda, en la zona lumbar, sobre el glúteo. Mientras buscaban a Juanilo estuvo con pronóstico incierto en la terapia intensiva del hospital.
Ahora, dice su familia, de a poco está mejorando aunque se esperan secuelas ya que el proyectil lo atravesó prácticamente de lado a lado. Fue en la Belisario Roldán orillando la ciudad oculta que encierra la manzana del Mitre que completan Bustamante Martín Fierro y Alvear. Allí vive Juanilo y la familia de Gutierrez, también vivía el Chapaco Valdez (51) asesinado a la vuelta el domingo siguiente a lo de Juanilo.
Anoche los de Homicidios supieron que estaba en su casa. Con la mujer amenazada. Montaron un operativo con gente de la Brigada y del 911. Con el primer grito saltó por los techos como un conejo pero lo estaban esperando en las cuatro entradas. Lo acusan de tentativa de homicidio. Al GAP le quedan aún en carpeta varios sospechosos para capturar.