“Y ya no vio sino la boca de la pistola…”
Las señales Adolfo Perez Zelaschi
Anochecía el miércoles cuando Natael un chango de 18 años de barrio Caballito ingresó a la guardia del hospital con un balazo en la pierna derecha. Dijo que esperaba el colectivo sobre la ruta 50 un tramo antes del 28, suponemos en la salida del desvío bagayero, cuando dos gendarmes le hicieron un tiro con una pistola nueve milímetros color negra. Quería denunciar. No dio más explicaciones. La Policía desplazó un sumariante. Caratularon el misterioso suceso lesiones con arma de fuego.