“Hay como una fiebre que se ha apoderado de la ciudad…”
Sombras sobre vidrio esmerilado         Juan José Saer
En estos tiempos convertida Orán en la ciudad de la furia dominada por el negocio de la droga y el contrabando los tiroteos, las gentes extrañas, los autos robados, son el pan de todos los días. Lo raro es que no suceda. Y tal como viene la mano va a empeorar.

El Estado a través de las fuerzas de seguridad hace lo que puede.

El 2 de febrero la Brigada detectó en la playa de bagayeros el Vento negro involucrado en el asalto en la entrada de Yrigoyen. Lo tenía un hombre de 62 años al que unos “anónimos” se lo dejaron. Estaba registrado en Santiago del Estero y robado en Córdoba. Secuestro y causa de encubrimiento.

El 5 una camioneta Fiat Toro que venía perseguida a tiros por un Voyage blanco sobre la ruta 50 se estroló en los asentamientos Libertad.

Los testigos dijeron no conocer a los tipos que rajaron pistola en mano. La Toro era melliza robada también en Córdoba.

Ese mismo día en la YPF de la salida levantaban una Toyota Hilux prendada. La tenía un tucumano de Tafí viejo de 33 años. Se lo identificó y quedó a pata.

Tres vehículos en tres días. Los traen, los usan y luego los descartan. Eso si no pueden cambiarlos por droga del otro lado.