En enero la propaganda policial hizo ruido con la detención durante un patrullaje preventivo de motoristas de un hombre que portaba en su riñonera una pistola Custer calibre 38 largo. El susodicho salió corriendo en pleno trámite de identificación y tuvieron que sacarlo de un casa.
Era el bagayero Fernando Nicolás Camacho (33) del Constituyentes con condena cumplida por robo con arma de fuego que sumó cargos de portación agravada y resistencia a la autoridad. Le dieron arresto domiciliario porque tiene un hijo con problemas de motricidad.
Mediante su abogada Cecilia Barba arregló ayer tres años de prisión efectiva bajo la misma modalidad.
Según un informe balístico la Custer no funcionaba por daño en el martillo percutor. Menos mal.