“En realidad sentí más horror que asombro…”
Dagon HP Lovecraft
Corría agosto del 2021. Los rigores del narcotráfico y de la drogadicción juvenil incontrolable venían minando la normalidad ciudadana. Fenómeno en franco aumento desde hace años.
En una casa del 4 de Junio unos pistoleros al grito de ¿dónde están las COSAS? le metían dos balazos de 9mm en el trasero a un chango apodado “Balulo”. Se hablaba de una merca mejicaneada.
Dos semanas después el herido creía reconocer a uno manejando un Corsa y junto con su amigo “Lechuza”, montados ambos en una moto, lo cueteaban con una 22 por la calle 9 de Julio.
Llegando a la Pedro Ortiz de Zarate el conductor sudando sangre alcanzado por dos plomos en la cara les pasaba por encima dejando a Balulo muerto entre las piedras y con varias quebraduras al otro.
El del Corsa era Miguel Angel Segundo (45) un albañil al que, luego de comprobar que lo habían confundido con los del primer ataque, lo acusaron de homicidio y tentativa de homicidio con exceso en la legítima defensa.
Hoy arregló un abreviado de dos años y ocho meses de prisión en suspenso con prohibición de acercarse a las familias de las victimas. Tal parece se vio envuelto en un problema de adictos y narcos sin comerla ni beberla.