“Una vez sintió pasos que parecían seguir los suyos…”

Wakefield    Nathaniel Hawthorne

Pasaron siete años, pasó la pandemia, el encierro, el miedo al fin de la especie humana y el tipo debe haber pensado que su causa de robo del 2017 era un bollo en un cesto de papeles.

En diciembre sin embargo le apareció espectral controlado en la frontera.

Daniel Alberto Cuellar (44) ya no vivía en la Misión de Pichanal sino en Güemes. Tuvo que hacer memoria de cuando lo pillaron en una máquina pulverizadora que habían robado en una finca sobre la ruta 34 y lo acusaron de ser uno de los ladrones. Total que lo metieron en cana.

Recién el lunes le devolvieron la libertad con un abreviado de dos años de prisión en suspenso. Tuvo que hacerse cargo porque de lo contrario tenía que esperar el Juicio encerrado quién sabe cuanto tiempo.