Cuando, dicho en criollo, un magistrado orina fuera del receptáculo se puede pedir que un tribunal superior revise su opinión. Impugnación puede modificar, anular o confirmar las sentencias. No son pocas las dictadas en Orán que se revierten en Salta. Una nos llama la atención.
A pesar de ser puestos en libertad sus clientes los abogados defensores Ariel Ovejero y David Sancho objetaron que declararan responsable al menor y le dieran tres años en suspenso al mayor por robo.
Era un hecho de noviembre del 2018 en el que una mujer y su sobrino fueron asaltados mientras arreglaban un neumático pinchado en la ruta 50.
Fue a punta de pistola cuatro ladrones en dos motos. Se llevaron doce mil pesos y las llaves de la camioneta. Ramón Alejandro Alarcón y J.A.S. (menor) fueron detenidos y uno de ellos reconocido con dudas por la victima.
No se secuestró el arma, ni prendas de vestir, ni se recuperó el dinero, ni se hizo reconocimiento formal en rueda de presos, ni las victimas ratificaron su denuncia en la Fiscalía. En el Juicio solo declararon los policías que detuvieron al dúo.
Para los Jueces Luciano Martini y Virginia Solórzano de la Sala IV del tribunal de Impugnación sus testimonios no bastaban para una condena. Los palos fueron para la fiscal por su inacción. El resultado fue que los arbitrariamente condenados fueron absueltos.