“…Esas coquetas como Sofía son divinidades indias, que aceptan el corazón de los infelices como yo para divertirse volviéndolo pedazos. ¡Mira sufro mucho! ¿Dónde están el brandy y la ginebra?…”
Un botella de brandy y otra de ginebra Juan de Dios Restrepo
En diciembre del año pasado el tema se trató en los medios con los títulos escandalosos que necesitan las noticias para generar interés en un público tan bombardeado con catástrofes que si no pones que toda la humanidad morirá mañana a las tres de la tarde no se le mueve un pelo.
Los medios son unos terribles hijos de puta, por lo menos nosotros, no queremos manchar la moralidad informativa de otros que se dedican al mismo comercio.
“La violaron hasta dejarla desmayada” fue la portada general de los colegas en Diciembre del año pasado referido a un supuesto abuso en banda contra una chica de catorce años en el lugar menos esperado del Angosto del Paraní, una pequeña comunidad Kolla en los cerros. Pronto detuvieron al chico que la había acompañado a su casa por las quebradas oscuras luego de una fiesta en la que la victima tomó mucho.
A pocos metros de llegar, en el cruce de un arroyo, su amigo el “Bianchi” German Palacios (19) la agarró de los brazos con el acople difuso de otras dos sombras que le bajaron la calza tapándole la boca momento en que se desmayó, quizá por el golpe al caer. La tía la halló tirada en el barro con los pantalones y la bombacha bajas pidiendo ayuda con un hilo de voz. Lloviznaba. Creo que han abusado de mí dijo.
Para el examen explicó que ya había tenido relaciones solo una vez con interpósita persona. Salió desfloración de vieja data y el cotejo de ADN fue negativo. No había semen del entonces imputado de abuso sexual con acceso carnal agravado por el número de intervinientes.
Palacios llegó a Juicio habiendo declarado. Ella lo había estado relojeando en la fiesta, a su pedido la acompañó con su linterna hasta que ella se la quiso sacar y él entonces, se fué. Seguramente, especuló, la adolescente tenía una cita.
Su defensor fue Jorge Palacios, un abogado Oranense que estudió en Tucumán y hace tres años ejerce en su pago.
El Miércoles 6 de Noviembre fueron los alegatos con mesa completa de género, Filtrín, Ramos y Reynoso quienes estuvieron de acuerdo en que Palacios era culpable. Un examen psicológico afirmaba que era un mentiroso, que intentaba confundir y mostraba una frialdad afectiva notable. Propia, acá inventamos nosotros, de un degenerado. Chau que pase el que sigue.
El defensor se quejó que no podían condenar a una persona por el psicológico siendo que toda la otra prueba apuntaba a su inocencia.
En las últimas palabras el chico (maestranza en la muni y estudiante) se cavó la fosa: acusó a la chiquita de vivir en la joda desde los once años. La trató de puta. Eso no.
El Juez Raúl Lopez sentenció ocho años de prisión efectiva. Hasta que el fallo quede firme seguirá en Isla de Cañas detenido. Su abogado anticipó que casará la causa.