“Bebió la cerveza hasta dejar sólo burbujas de espuma en la botella…”
Luvina Juan Rulfo
Otra historia donde el alcohol es protagonista extrayendo de las profundidades humanas las pulsiones más detestables.
En el 2019 en Caballito un vecino en un estado catártico de borrachera se metió en la casa contigua para toquetear a una criatura de tres años. Otra hermanita testigo corrió a contarle a la mamá. Lo acusaron de abuso sexual simple. Hace unos meses no se presentó a juicio y lo detuvieron por rebeldía.
Ayer el jornalero Wilson D (35) pactó la pena de un año en suspenso por su raptus abusivo.
No puede tomar ni drogarse y mucho menos acercarse a la chiquita.
Curioso que el alcohol, la droga más nociva y devastadora, no sea vista como un problema.