“Al levantar los ojos se encontró con todos parados, mirándola…”
Hernán Abelardo Castillo
Les llevaba una cabeza a las tres femeninas guardiacárceles que la escoltaban la mañana de anteayer Viernes en tribunales. Llamaba la atención su altura, su físico curvilíneo y sus rulos negros atados en cresta. Era una trans o travesti de 35 años de nombre (real o artístico) Anahí.
La novedad era que estaba detenida en la cárcel de mujeres. Tercera etapa en las reivindicaciones trans que primero iban con los hombres, luego a espacios separados y ahora con las de su género, siendo que se sienten y se visten igual.
Está acusada de ser partícipe en un abuso sexual con acceso carnal cosa que niega rotundamente apuntando a otro detenido. Fue revisada en el servicio médico y subida a Garantías. No sabemos si prestó o no declaración en la Fiscalía de delitos sexuales.