“Basta con querer dejar esta costumbre y todo el mundo quedará en paz…”
El diario de un loco Lu Sin
Un chico que cae en la adicción es un problema para sí, para los suyos y para los ajenos. En los sectores carenciados el drama se potencia.
LGA ya con 30 años de barrio Caballito es una figurita repetida en la comisaría 24.
Suma y suma causas de robo y saqueo de casas, actividad a través de la cual, mantiene sus vicios. En un tiempo de locura alucinada y escatológica defecaba en los domicilios de sus victimas. Unos tigres hediondos eran su marca registrada.
Vive en condiciones de hacinamiento y su familia recurre a la Policía afectada por sus ataques de violencia cuando no tiene plata para falopa. Los golpea, les roba y rompe lo poco que tienen.
Ahora lo denunció la hermana seguramente cansada de ser objeto de sus furias delirantes.
Está rengo. Entrando a una casa un clavo le traspasó el pie. Por el momento se ha calmado, con prisión preventiva, en un calabozo.