“Cuando estaba mal no fumaba, se ponía peor…”
El monstruo Mariana Enriquez
Muchos chicos desencantados del mundo que les ha tocado se refugian en la droga. Un elixir para olvidarse las miserias. Caídos en la adicción el artificio termina produciendo un efecto devastador. No reconocen ni a su madre.
Un chango de 23 años del Malvinas resultó condenado a un año de prisión en la Sala I de Juicio por haber atacado violentamente a su mamá de crianza. En agosto del año pasado le puso un cuchillo cocinero en el cuello reclamando ¡dame la plata vieja de mierda si no querés que te cague matando…ya no me servís para nada…!.
Era la opera prima de una sucesión de latrocinios perpetrados en la casa para pipearse. De garrafas hasta paneles solares, colchas, zapatillas y celulares.
Fue abandonado de bebé para que lo criara su tía. Consume desde los 14. Ahora por dos años no puede acercarse a la que, seguramente, más lo ha querido. La hartó.