“Me hundía en mí mismo como en un pantano…”
El acomodador    Felisberto Fernandez
El abuso sexual simple donde el ultraje se limita a toqueteos libidinosos tiene una pena máxima de cuatro años. Si es que no tenés los antecedentes de un Marqués de Sade normalmente el castigo es condicional. Por ese delito llegó acusado Gabriel Narciso C a Juicio a fines de noviembre. Cuatro años después de ser denunciado en el 2016.

El rango de la acusación le permitió esperar esa eternidad en libertad. Se lo conoce por su lavadero de autos. La victima era la hijastra de quince años. En la Cámara Gesell ella había dicho que la tocaba desde los trece. Duración que convertía el abuso sexual simple en abuso gravemente ultrajante penado de cuatro a diez años efectivos de prisión.

La fiscal Alda Murúa pidió la ampliación y el Juez Aldo Primucci se la otorgó en principio sin pedir la detención del defendido por el abogado Héctor Velastiqui. El abuso simple era un trámite el ampliado era un drama para su cliente. El Martes primero de diciembre a las ocho de la noche fue declarado culpable condenado a nueve años con orden de inmediata detención.

La seguridad de la Sala I se llevó al hombre a la Comisaría 20 para al otro día entregarlo al servicio penitenciario. Una causa vieja, un delito menor, no se le debe haber pasado por la cabeza como iba a terminar.