“El lugar adecuado para un marido era en el que ahora reposaba su difunto…”
Cabecita blanca Rosario Castellanos
En su momento, octubre del 2021, el caso fue comidilla de redes en Yrigoyen.
A JAP, el “Tocho”, un trabajador del Tabacal de 35 años, lo habían metido en cana después de una nueva pelea con su ex mujer. Esta vez las cosas se habían salido de madre porque aquella con la que convivió 14 años y con la que tuvo tres hijos decía haber sido violada.
Contaba que buscando a uno de los changuitos fugado de hogar la obligó a tener sexo sobre la moto a punta de cuchillo en un recodo de la ruta vieja.
Junto con su madre, la suegra, lo dibujaron un psicópata enfermo de celos y violento.
Después ella se retractó, dijo que hicieron el amor, que no la forzó, historia que repitió en el debate terminado hoy.
La defensora de Tocho, Soledad Rallé, puso énfasis en hacer valer esa declaración pero bajo la órbita de la ideología de género una vez que lo dijiste perdiste. El hombre fue condenado a trece años de prisión considerado culpable de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma entre otros delitos.