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“El viejo se llevó a la boca los dedos huesudos, largos, azulados, venosos, pálidos y temblones…”
La vuelta en redondo Humberto Arenal
Un hombre llamado Terenciano de 71 años nacido en el chaco de la banda norte llegó a juicio junto a su hijo de 40 por la violación de una menor de edad en Orán.
El primer día del 2024 lo denunciaron. La víctima era su hijastra. Le hizo cosas desde los nueve hasta los doce. Cuando la madre murió se puso peor, le pagaba, como si fuera una prostituta.
En Cámara Gesell ella aseguró que era todo mentira (la denuncia la hizo su hermana) que el padrastro nunca le hizo nada. Solo le prometió comprarle un celular y no cumplió. La retractación no se tuvo en cuenta.
El martes Terenciano pactó un abreviado de nueve años de prisión que va a cumplir por su edad con domiciliaria.
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Alternativa crucial en la audiencia fue cuando se negó a confesar ser autor del delito (abuso sexual simple calificado más abuso sexual con acceso carnal continuado calificado por la guarda y la convivencia) posición que rectificó luego de hablar con su abogada defensora Lucinda Segovia. Si no se declaraba culpable se anulaba todo.
Su hijo, acusado de abuso sexual simple, aceptó un año y se lo dieron por cumplido.
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