“Yo creí que era la muerte, hasta que al día siguiente desperté…”
Doscientos veintidós patitos Federico Falco
Noche cerrada. Languidece agosto del 2017. A unos cincuenta kilómetros de Pichanal por la ruta 5 ha volcado un camión con acoplado y dos policías quedan en custodia. En derredor monte tupido. No pasa un alma. Cruza el silencio el ulular de los búhos.
De pronto una detonaciones venidas de no se sabe donde despabilan al sargento Hugo Francisco Urzagaste (40) y al cabo Alvaro R (32). Sacan sus armas y se identifican a gritos. Nadie contesta. Hay unos ruidos de ramas. Los Policías hacen unos disparos a la tierra de advertencia. El cabo va a sacar una linterna y sin querer se le cruza al superior. Recibe un balazo nueve milímetros en la panza.
El pasado Martes 5 de Octubre Urzagaste llega a Juicio acusado de lesiones graves doblemente agravadas por ser funcionario y por violencia e intimidación. La victima, que ha necesitado dos años y medio para recuperarse, declara que para él ha sido un desgraciado accidente. Su compañero lo ayudó, logró parar un vehículo para que lo trasladaran, estuvo siempre pendiente de su salud y no había problemas entre ellos que dejaran pensar una intención dolosa.
A la hora de los alegatos la fiscal retiró los cargos. El Juez Raúl Lopez hizo lo único que puede hacer un Juez en ese caso, absolver.