

“El fulano desencaja los ojos, estupefacto…”
Noche terrible Roberto Arlt
Una noche de septiembre del 2021 en una finca de San Agustín un peón de 32 años fue hallado en su habitación con la cabeza destrozada por una maza tinta de sangre dejada en la funesta escena.
Era de Tartagal, venía de golondrina para la temporada, tenía tres hijos, le decían Anyi o Turral.

Borracho se había peleado con un compañero antes de irse a dormir. Con la “Chancha” Guillermo Antonio Miranda (34), oranense, a quien acusaron de homicidio calificado por alevosía. Parecía que el Anyi dormía al ser atacado pero en la autopsia se detectaron lesiones de defensa y la acusación bajó a homicidio simple.

En diciembre del 2023 Miranda fue condenado a nueve años de prisión. La abogada Cecilia Barba casó la sentencia.
Este lunes a cuatro años y dos meses del crimen los Jueces Eduardo Barrionuevo y Pablo Mariño de la Sala III del tribunal de Impugnación revocaron la condena absolvieron por la duda y ordenaron la inmediata libertad del hombre. Inmediata pero tardía visto los años que pasó preso.
El caso debe cargarse a la ominosa lista de asesinatos impunes en el departamento.
