“Era furia, porque de pronto la voz se elevó en una nota violenta e incontenible…”
Mañana William Faulkner
El Juicio común es un debate. Se discute tu culpabilidad o inocencia en relación a un hecho constatado.
En los juicios abreviados no hay debate. Confesás tu culpa y aceptás la pena que defensor y fiscal acuerdan. Firma el Juez y san se acabó.
Ayer un bagayero de barrio El Progreso de Pichanal Lucas Daniel Castro (23) se declaraba culpable de haber moretoneado entera a su mujer al llegar machado a la casa. Llevaba ocho meses en la cárcel. Acordó un año de prisión en suspenso y no acercarse más a la victima, hoy ex mujer. “Me gusta mucho tomar” ensayó a modo de disculpa.
El “Chelín” Jorge Marcelo Segundo (30) jornalero de la Misión San Francisco llegaba a audiencia esta mañana con una preventiva de un año, un mes y dieciséis días, por haber amenazado con un cuchillo a su mujer teniendo una prohibición de acercamiento judicial. Las partes plantearon al Juez Raúl Lopez darle cumplida la pena por el tiempo que llevaba preso.
Al ser consultada su pareja Norma A (39) dijo que se perdía cuando tomaba pero que lo había perdonado. Al no poder visitarlo se habían reconciliado por teléfono.
A ella la convenció la promesa que iba a cambiar. Al Juez no.
Rechazó el abreviado. Segundo no había hecho ningún tratamiento que garantizara no volver a lo mismo. La Causa debe reconducirse con nuevo Juez por el sistema común. Mientras, el violento, que tiene una condena anterior por robo agravado, seguirá preso.