
“«Atórat-el-móut!» El perfume de la muerte!…”
El vaso de alabastro Leopoldo Lugones
En Mayo un chango de 29 años del 20 de Febrero recibe una visita agresiva. Es un tal “Peluchín”. Destila rabia. Le reprocha que lo haya buchoneado con el robo de una moto. “¡Tené cuidado!” advierte.
El último día del mes, mientras camina, lo vuelve a ver manejando una Duster a la siesta. El acompañante saca una pistola por la ventanilla y lo derrumba de un tiro en la pantorrilla. En la esquina de Rivadavia y pasaje Peñalosa. Lo tienen que operar.
Rápido detienen a Peluchín el alias de Kevin José Arroyo (19) que identifica a su amigo pistolero como el “Gordito” Pedro Rodolfo Quispe del Balut.
Cristian Illezca abogado defensor de Quispe pide una audiencia para un abreviado de lesiones graves con arma de fuego que el coimputado Arroyo no acepta. El Juez Fayos debe dictar la inconstitucionalidad de los artículos del código procesal de la provincia que de hecho hasta la sentencia del Gringo Palavecino dos meses atrás obligaba para un abreviado que todos los involucrados consintieran.
El acuerdo es de dos años y seis meses de prisión en suspenso y dos millones de pesos para la víctima.
Fayos homologa. Quispe se va a en libertad.
