“-Se desestima el caso. Nada puedo probar en contra de usted, Snopes…”
Incendiar establos William Faulkner
Una noche de Mayo del 2018 en el ambiente sórdido de la sobrepoblada celda 6 de la Alcaidía penal pudo haber ocurrido un hecho de violencia sexual contra un detenido. Por lo menos eso es lo que denunció tardíamente un chango de 24 años preso por robo y violación. Esta vez él era el violado.
Lo acusaba a un compañero de Yrigoyen de 20 años dueño de un abultado prontuario incluyendo de menor la emboscada y robo a una patrulla de policía en la huelga del Tabacal del 2016, hasta, apenas cumplidos los 18, el asalto a una mujer con cuchillo en el 2017. Tenía una condena de tres años y seis meses dictada en Diciembre del 2019.
El Juicio se retrasó por la pandemia y recién pudo llevarse a cabo la semana pasada. Lo dirigió la Jueza María Laura Toledo en contra del “Chino” Joaquín Exequiel Barrientos al que defendió el abogado Fabricio Torres.
El testimonio de la victima rebeló un desorden psíquico importante. No sabía el año que vivía ni se acordaba quien ni cuando lo había, supuestamente, violado. Si bien constataron rastros de acceso anal era inseguro el forzamiento. Ni los presos ni los guardias advirtieron nada extraño.
El hecho se volvió tan oscuro como el recinto donde fue perpetrado.
Sin certeza no se puede condenar alegó Torres el Lunes 5 del mes. La sentencia fue absolución por la duda e inmediata libertad.