“No creía que se haga mejor a las personas haciéndoles sufrir…”
Robo doméstico Anatole France
Al final no alquilaron la cancha de Boca ni un salón de fiestas ni el auditorium de una universidad ni la casa del bicentenario para arreglar la situación procesal de catorce personas acusadas de integrar una asociación ilícita dedicada al robo.
Acomodaron el pasillo central de la planta baja en tribunales para aglutinar esta tarde lo que fue un enjambre de Jueces asistentes polícias guardiacárceles sumados los imputados con sus siete abogados acordado de antemano un juicio abreviado. En la puerta las familias esperaban ansiosas la libertad de los suyos presos de hace un año y medio.
El negocio fue hacerles una rebaja en los delitos (ocho robos), que aceptaran ser los responsables y aplicarles penas en suspenso. En suspensoriola porque las cumplieron de pe a pa. A cinco se los condenó a tres años condicional, a cuatro a un año y seis meses y a otros cinco a un año.
A todos se les otorgó la libertad para beneplácito de los se comían las uñas en la calle. El caso se conoció como el de la banda de bagayeros armados, la banda del Cacao Gutierrez o del chaqueño McGiver.