“La peste está en todas partes, siempre, dispuesta a lanzar su apestoso y envenenado rayo mortífero sobre ti…”
Notas sobre la peste Charles Bukowski
Una doble conjura se cierne sobre nosotros. La nueva ola de coronavirus que circula invisible por el aire y la de los motochorros que circulan en sus motos por la calle.
Al momento la lista de recuperados supera a la de victimas fatales en ambas pandemias.
Dos hermanas de Las Lajitas, de 46 y 47 años, caminaban a la vera de ruta 50 la mañana del 2 de octubre del 2019. Esperaban el transporte que las llevara de vuelta a su pueblo luego de hacer unos trámites en Orán. Iban de norte a sur. A la altura de la Jesús Prieto dos piratas en una motomel azul les cortaron el paso y exhibiendo una enorme cuchilla les quitaron sus celulares.
“¡Dame el celular o te hago áka!” fue la terrorífica orden. Por ocasionales y valientes testigos la Policía supo la casa del barrio Azucarero donde el dúo se había metido. Allí secuestraron el vehículo, el arma y detuvieron a los dos delincuentes. Eran Javier Armando Aramayo (23), jornalero, y Jonathan Javier Tolaba, en ese entonces de 17 años. Para el Juicio que concluyó hoy solo se sentó en el banquillo Aramayo.
El Juez Fabian Fayos lo condenó a seis años de prisión, pena que había solicitado la Fiscal Alda Murúa por robo doblemente calificado por arma y participación de un menor de edad. A su socio y vecino lo largaron y no apareció más. Está con pedido de captura por rebeldía.
Las señoras de las Lajitas pasaron a integrar la lista de recuperados de la peste motochorra.