“Decía que todo lo veía colorado como si estuviera asomándose a la puerta del infierno…”
Anacleto Morones Juan Rulfo
En el barrio Patrón Costas de Yrigoyen, a dos cuadras de donde mataron al Loco Parada, en una casilla ruinosa, un hecho sumaba a la inusitada dinámica criminal de un pueblo, antes, tranquilo.
Se investigaba si allí una mujer, Y M de 34 años, había sido quemada por su novio tras rociarla con alcohol. Derivada anoche a Orán la atendían con el pelo chamuscado más el rostro el pecho y la entrepierna ardidas por el fuego.
Detenían como autor de los estragos al “Zapucay” Javier Herrera (44), bagayero y pareja de la victima. El hombre decía que venían de unas largas jornadas de alcoholeo cuando al salir del baño la vió prendida a lo bonzo apagándola con un baldazo de agua. Habían discutido de machados. Para creerle la versión al hombre no lo ayudan dos denuncias anteriores por violencia de género.
Se espera el diagnóstico médico sobre la gravedad de las quemaduras y la declaración de la mujer. Mientras Herrera fue llevado a declarar a Graves atentados por tentativa de femicidio.