“Pero en uno de aquellos días más desgraciados apareció ante mis ojos algo que me compensó de mis males…”
El acomodador Felisberto Fernandez
En el Juicio por robo con arma y violación de las medidas sanitarias contra Marcelo Esteban Soria (35) alias Chelo o Paco, un salteño drogadicto insertado en el bagayo de Aguas Blancas, se llegó a un particular acuerdo.
Venía suspendido de febrero por la imposibilidad de asistir de victima y testigos, todas de los cerros, debido a la crecida de los ríos. El cuchillo que Soria y otro pipero desconocido usaron para sacarle el celular a un hombre que llegaba a su casa en la camioneta nunca se encontró. La entradera, entonces, se redujo a robo simple.
No podían darle el mínimo, un mes, porque arrastraba una sanción anterior de cárcel en el 2015. Tenía además lo de las medidas sanitarias. Su defensor Marcelo Milanesi con la fiscal Mónica Viazzi acordaron dos años de pena efectiva (lleva diez meses) declararlo reincidente sumada la reparación de la mala sangre del damnificado devolviéndole un celular de las mismas características.
En la audiencia el abogado entregó el aparato nuevo superior en tecnología al robado, un J2 que ya no se fabrica. Soria confesó su culpa y aceptó el castigo. Hizo negocio: robo calificado era de cinco a quince años.
