“-De acuerdo, oficial. Iré sin resistencia. Me atrapó…”
Cielo trágico John D McDonald
La asociación ilícita es como hacerte socio de un club de chorros. Asistís a reuniones donde se analizan modelos de golpes, historia de fallidos criminales, armas infalibles, ocasiones propicias que hacen al ladrón. No es necesario portar carnet o credencial, ni que cumplas un rol activo en las acciones del grupo, con ser miembro basta para que te acusen.
En Diciembre del 2019 detuvieron a trece personas, algunos de frondoso prontuario y otras no, y las acusaron de haberse asociado para delinquir en por lo menos ocho hechos de asaltos a mano armada. Tenían la prueba de unas escuchas telefónicas.
No había un acta de fundación con sello notarial del club. Ni carpetas recordatorias de cuando atracamos al camionero tucumano en Yrigoyen, ni cuando asaltamos la municipalidad, ni del día que liquidamos la sodería, ni álbumes de fotos de las casas invadidas con un fierro en la mano.
Durante el proceso hubo muchas protestas de familiares sobre su lentitud. Pandemia mediante, hoy, pasado un año y un mes, todo el plantel, que incluye dos mujeres, fue notificado que van a ser juzgados en la Sala II a cargo de María Laura Toledo por los delitos de robo calificado y asociación ilícita en concurso real.
Hasta el evento seguirán detenidos. El caso se conoce como el de la banda de Cacao por ser César “Cacao” Gutierrez (33) del Mitre uno de los supuestos jefes.
El director del club, comparativamente.