“A la vergüenza le siguió un sentimiento de furia…”
La nada Leónidas Andreiev
No es fácil vivir en los asentamientos de comunidades originarias que ocupan las orillas de las ciudades. Para las mujeres sobre todo.
En Embarcación dos meses atrás una marcha de féminas indígenas ponía de relieve sus padecimientos sometidas a la marginalidad y la violencia.
Antes, en Octubre, una serie de episodios juveniles de sangre, alcohol y drogas generaban un despliegue policial de guerra de las galaxias en la Misión La Loma II al fondo de la Loma I enclaves situados al oeste de la ruta 34 subiendo frente a la sección de Gendarmería.
La madrugada del Sábado 9 de Enero la situación tocaría fondo.
En uno de los senderos que conectan los caseríos en la Loma II, Nancy Villa, una nena wichí de 14 años, iba a ser muerta de varios puntazos en el cuello por su ex pareja Carlos Arsenio Juarez (18) se supone que porque ella tenía una nueva relación y quería terminar. Un testigo que la escuchó pedir ayuda solo vió salir corriendo a Juarez de la escena. Nancy estaba embarazada.
Se confirmó con la autopsia que realizó en la morgue Judicial de Orán la médica del CIF Karina Ayala. Fue el Miércoles 13. Las heridas le provocaron un shock hipovolémico irrecuperable. A las doce treinta en un transporte forense el cuerpo era devuelto a su pueblo.
Nancy nombró a su atacante en el momento de expirar. Por cuestiones de seguridad lo tienen detenido en Tartagal. Bajo cargos de asesinar una mujer por razones de género (femicidio) figura que lo puede dejar encarcelado el resto de su vida.