“Estoy a favor de la verdad, la diga quien la diga. Estoy a favor de la justicia, a favor o en contra de quien sea…”
Malcolm X
El amigo del Papa, el de la carrera judicial despampanante, el mimado del poder, el Juez, el “magnánimo” como le decían burlándose en las inscripciones de retrete, el conferencista aplaudido que parecía saberlo todo sobre minoridad y narcocrimen, el escritor, el poeta, el profesor, el tenista, el fubolero, el ilustre que adornaba sus dictámenes con citas literarias o etimológicas, el sentador de jurisprudencias, el de las medallas, los diplomas y los honores, hoy lleva más de cuatro años en la cárcel y pide ser tratado como un preso común.

Raúl Juan Reynoso teme no llegar a cumplir los 62 años el mes que viene en el anexo ABCD de la cárcel de Güemes donde está recluido.

El sector es para 16 personas y hay 64. Comparte su celda de dos por tres con inodoro y lavatorio junto a otro recluso. En el Penal ya murieron tres por coronavirus. Hasta la jefa de enfermería Raquel Musa se contagió un dato no menor teniendo en cuenta que el Oranense pasa semanas enteras en sanidad con su diabetes, su hipertensión y otros achaques. Toma diez pastillas por día.

En tanto paciente de alto riesgo a un preso común le hubieran dado la domiciliaria. Ahí está Juansuti Aguilera el Patrón del mal argentino cumpliendo en el 6 de Enero su preventiva.

Como preso no común debería estar en libertad como el ex Juez Solá Torino condenado en el 2016 a seis años de prisión que no cumple porque la condena no está firme. La Causa de Reynoso está admitida en la Sala II de la Cámara federal de Casación en Comodoro Py.

Ese primer juicio en el que le dieron 13 años. En el segundo, curiosamente, con las mismas pruebas, lo absolvieron.

Preso ordinario o extraordinario darle sesenta días de domiciliaria y volverlo a la jaula, ni a un ave rapaz.

Tenía una libreta con quinientos amigos, nos cuenta por teléfono, le quedan cinco. Los que estamos seguros de su inocencia, contándonos nosotros, quizá seamos menos.