Ballivian es un pueblo en apariencia tranquilo. Contradice esa imagen los no pocos hechos de sangre conmovedores que lo han enlutado. Bastaría citar el bestial femicidio de Susana Landriel, muerta a sus 16 años de un escopetazo en la cabeza por el chaqueño golondrina Daniel Palma, su ex, en el 2000, delito por el que el hombre cumple perpetua en Tartagal, pena que le fue impuesta no por matar a una mujer, ese agravante no existía, sino por haber sino cometido por la espalda con alevosía.
Susana tenía un bebé, Leonardo, que hoy tiene 18 años. Este Domingo 12 de Agosto fue objeto, según cuenta su abuela, de un sangriento exceso policial. Le dispararon con una Itaka en la cara cuando su familia lo venía calmando de una borrachera en la que se intentó suicidar. La vida no ha sido fácil para el chango. Tiene caídas por peleas y malas machas.
“-Entendido. Tranquilicese. No toque nada y espere. El personal de investigación se presentara enseguida, ya salimos para allá. ¿Cuál es la dirección?-…”
Suicidio inconcluso Rosa Kratz
¿Por qué le disparó la Policía?. Desde la ventana de la casa de la abuela. Los vecinos un rato antes habían alertado que el chico gritaba y lloraba a lo loco en su casa, un domicilio cercano. Llegaron hasta ahí y fueron persuadidos que no pasaba nada, era uno de los arranques de machado de Leonardo, ya se estaba apaciguando. Cuando doña Silvia, la abuela, lo trasladó la Policía volvió a pasar y ella sintió el estruendo del arma que hizo temblar las paredes y lo vió en medio de un charco de sangre herido. Los Policías se subieron al móvil y se fueron. No lo detuvieron ni lo acusaron, que sepa la familia, de nada. Aducen que ese modo de actuar bestial es común en los uniformados de la zona. No tiene pies ni cabeza que se hayan metido en una casa y disparado hacia adentro por una persona borracha. Van a denunciar el abuso, las fotos son elocuentes.