“Podía haber sido un portazo. Pero no me pareció que lo fuera…”
Adios muñeca    Raymond Chandler
Manda la pandemia. Todo se atiene a sus cifras de contagio y muerte. En Orán el presagio repetido del brote parece haber llegado o por lo menos se vislumbra más cerca. Los casos se disparan.

Hay que volver a encuevarse como presos, a taparse la cara como delincuentes y a resignarse que te entierren como un paria. El panorama no permite ninguna normalidad. En la Justicia los Juicios suspenden los turnos.

El previsto para esta semana contra tres bagayeros por robo calificado se suspendió sin fecha tal y como había fracasado en Junio. El hecho fue el 29 de Enero del 2019 en el marco de los playones de bagayeros que rodeaban el puesto 28 con tránsito libre. En el desvío del Portón viejo una pasadora de 21 años estacionó la Cangoo repleta de lonas para trasbordar parte de la carga a otro vehículo.

De repente fue una diligencia rodeada por veinte feroces comanches en el lejano oeste norteamericano que con machetes, cuchillos, palos y pistolas disparando al aire exigían la entrega de las camperas de gabardina y zapatillas de los bultos. No eran comanches, eran bagayeros de la contra que se llevaron siete lonas valuadas en trescientos cincuenta mil pesos. Emergieron corriendo de una polvareda y se perdieron en otra.

La Policía de una estampida en el playón de Juansuti detenía a Alejandro Daniel “Ale”Mamaní (25) con tres camperas en la mano. Reconocidos, en Julio pillaban a Victor Abel Caniza (37) y en Agosto al “Michi” Raúl Martín Tarema (29) ambos bagayeros del Libertad.

Siguen presos. El botín no se recuperó y las armas no se secuestraron. Caniza arrastra tres condenas, nueve años por el homicidio de una chica prostituta en una obra en construcción, ocho meses por tentativa de robo y cuatro años por robo con arma. El trío deberá esperar que afloje el coronavirus. Y les pongan nueva fecha.